El graffiti tiene una historia que se remonta a la antigüedad, donde se encontraron inscripciones y dibujos en las paredes de civilizaciones antiguas. Sin embargo, en términos de graffiti moderno, su historia se puede resumir de la siguiente manera:
Década de 1960: El graffiti moderno comenzó a emerger en las ciudades de Nueva York y Filadelfia. Los jóvenes de los barrios marginales comenzaron a escribir sus nombres o apodos en las paredes de la ciudad, conocido como "tagging".
Década de 1970: El graffiti evolucionó y se convirtió en un movimiento cultural en sí mismo en Nueva York. Los artistas comenzaron a desarrollar estilos más elaborados, como el "wildstyle", que involucraba letras entrelazadas y formas complejas. El metro de Nueva York se convirtió en un lienzo popular para los escritores de graffiti.
Década de 1980: El graffiti se expandió globalmente y ganó popularidad. Los estilos se diversificaron aún más, y los artistas comenzaron a incorporar personajes y elementos pictóricos en sus obras. El graffiti se conectó con la cultura hip-hop y el arte callejero.
Década de 1990 y 2000: Muchos artistas de graffiti exploraron el arte contemporáneo y exhibieron su trabajo en galerías y museos. El graffiti ganó reconocimiento como una forma legítima de expresión artística, aunque su legalidad sigue siendo controvertida en muchos lugares.
Actualidad: El graffiti sigue siendo una forma de arte influyente. Los artistas de graffiti han alcanzado reconocimiento internacional y se han convertido en figuras destacadas en el mundo del arte contemporáneo. Las redes sociales han ampliado la difusión del graffiti y han generado nuevas formas de colaboración y expresión.